Hongos en los pies: guía práctica para reconocer y curar

Si alguna vez has sentido picor, ardor o una descamación extraña entre los dedos, lo más probable es que tengas hongos en los pies. No es nada raro, pero sí incómodo y a veces doloroso. Vamos a ver qué los provoca, cómo identificarlos y qué puedes hacer para quitarlos de forma segura.

Síntomas y diagnóstico

El primer paso es reconocer los signos. Los hongos aparecen como manchas rojizas, escamas blancas o una capa húmeda que se despega. El picor suele empeorar después de sudar o usar zapatos estrechos. Si notas que la zona se vuelve más gruesa o con mal olor, lo mejor es consultar a un farmacéutico o médico para confirmar la infección.

Un diagnóstico rápido se basa en la observación y, a veces, en una pequeña muestra que el profesional lleva al laboratorio. No necesitas una prueba costosa; la mayoría de las veces basta con la apariencia típica y los síntomas que describes.

Tratamientos y prevención

Los antifúngicos tópicos son la primera línea. Puedes encontrar cremas, polvos o sprays con ingredientes como clotrimazol o terbinafina en la farmacia sin receta. Aplícalos según las indicaciones, normalmente dos veces al día durante al menos dos semanas, aunque los síntomas desaparezcan antes.

Si la infección es más profunda o recurrente, el médico puede recetar una pastilla oral. Estos tratamientos son efectivos, pero requieren seguir el ciclo completo para evitar que el hongo vuelva.

La prevención es clave. Mantén los pies secos, cámbiate los calcetines al menos una vez al día y elige calzado que respire. Después de ducharte, seca bien entre los dedos y usa polvo antifúngico en los zapatos si sueles sudar mucho. Evita compartir toallas o zapatos con otras personas.

Además, desinfecta tus zapatillas con spray o colócalas al sol durante unas horas cada semana. Los suelos de gimnasios, piscinas y duchas públicas son focos de contagio, así que lleva siempre sandalias o chanclas.

En casa, lava la ropa y la cama con agua caliente para eliminar esporas que puedan haber caído. Cambia las sábanas y toallas regularmente si ya tenías una infección.

Recuerda que los hongos en los pies no desaparecen solos. Con el tratamiento adecuado y buenos hábitos, podrás decir adiós al picor y volver a usar tus zapatos favoritos sin temor.