Verrugas genitales: todo lo que necesitas saber
Si has visto pequeñas protuberancias en la zona íntima y te preocupa, lo primero es mantener la calma. Las verrugas genitales son comunes y, aunque su aspecto pueda asustar, la mayoría de los casos se pueden tratar sin problemas. Aquí te explico de forma sencilla qué las causa, cómo se detectan y qué opciones tienes para quitarlas.
Causas y factores de riesgo
El origen principal de las verrugas genitales es el virus del papiloma humano (VPH). Existen más de 100 tipos de VPH y, de ellos, alrededor de 40 pueden afectar la zona genital. No todos provocan síntomas; algunos solo causan una pequeña irritación, mientras que otros pueden crecer más y ser más visibles.
El contagio se da por contacto sexual directo, incluso sin penetración. Por eso, el uso de preservativo reduce el riesgo, pero no lo elimina del todo, ya que el virus también se transmite por contacto con la piel que no está cubierta. Otros factores que aumentan la probabilidad son: tener varias parejas sexuales, un sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, por estrés o enfermedad), y el consumo de tabaco.
Es importante saber que, aunque el VPH es la causa principal, la aparición de verrugas no siempre significa que tengas una infección grave. En la mayoría de los casos el virus desaparece por sí solo en unos años, pero mientras tanto pueden molestarte y, en algunos casos, transmitirse a otras personas.
Opciones de tratamiento
Una vez que sospechas que tienes verrugas genitales, lo mejor es acudir a un profesional de salud. El médico puede confirmar el diagnóstico con una simple inspección visual o, en algunos casos, con una biopsia. No hay pruebas de laboratorio obligatorias, pero pueden ser útiles si hay dudas.
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Los tratamientos van desde métodos tópicos hasta procedimientos quirúrgicos. Los más habituales son:
- Cremas y geles: sustancias como podofilox o imiquimod se aplican directamente sobre la lesión. Necesitan varias semanas de uso y pueden irritar la piel.
- Ácido tricloroacético (ATA): un líquido que se aplica en la consulta y destruye la verruga en pocos minutos. Puede causar una sensación de ardor.
- Crioablación: la verruga se congela con nitrógeno líquido, provocando que se caiga en pocos días. Es rápido y suele dejar pocas cicatrices.
- Electrocirugía y laser: se queman o eliminan las verrugas con precisión. Se usan cuando la zona está muy extendida o los tratamientos tópicos no funcionan.
Después de cualquier tratamiento, es clave seguir las indicaciones del médico y mantener la zona limpia. Evita relaciones sexuales sin protección durante al menos una semana después del procedimiento para no contagiar a tu pareja.
Además, la vacunación contra el VPH es una medida preventiva muy eficaz. La vacuna protege contra los tipos más comunes que causan verrugas y cáncer. Si no la has recibido, consulta a tu médico; suele aplicarse en adolescentes, pero también está indicada en adultos jóvenes.
En resumen, las verrugas genitales son causadas por el VPH, se detectan fácilmente y tienen varios tratamientos efectivos. Lo más importante es no quedarte con la duda y buscar ayuda profesional cuanto antes. Así evitarás complicaciones y reducirás el riesgo de contagio. Si tienes alguna duda específica o necesitas orientación, no dudes en preguntar a tu farmacéutico o al personal de salud que confías.
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