¿Has escuchado el nombre scurvy grass y te preguntas de qué se trata? Es una planta que lleva siglos en la medicina tradicional y hoy vuelve a ganar protagonismo como suplemento natural. En este artículo te explico de forma clara qué es, para qué se usa y qué hay que tener en cuenta antes de consumirla.
La scurvy grass, también conocida como hippuria o hierba de escorbuto, es una especie de planta herbácea que crece en zonas húmedas de Europa y Norteamérica. Su nombre proviene de la capacidad que tiene para aportar vitamina C, una vitamina clave para prevenir el escorbuto, una enfermedad que apareció entre los marineros de la época de los descubrimientos.
Las hojas y tallos de la planta son ricos en antioxidantes, flavonoides y, sobre todo, en ácido ascórbico. Por eso, aunque hoy contamos con frutas y suplementos más comunes, la scurvy grass sigue siendo una opción natural para reforzar el sistema inmunitario y combatir el estrés oxidativo.
En la práctica, la scurvy grass se consume de tres formas principales: en infusión, en extracto líquido o como polvo para añadir a batidos. Una taza de té preparada con una cucharadita de hojas secas aporta una buena dosis de vitamina C sin sobrecargar el organismo.
Los beneficios más habituales que reportan los usuarios incluyen una mejor recuperación después del ejercicio, disminución de la fatiga y refuerzo de la defensa contra resfriados. También se utiliza en recetas de cosmética natural para mejorar la elasticidad de la piel.
Sin embargo, aunque la planta es segura para la mayoría, hay que tener cuidado si eres alérgico a otras plantas de la familia de las umbelíferas o si tomas anticoagulantes. En esos casos, lo mejor es consultar al farmacéutico o al médico antes de incorporarla a la dieta.
Otro punto a observar es la calidad del producto. Busca siempre scurvy grass certificada por laboratorios independientes, con origen claro y sin contaminantes. Las versiones orgánicas suelen ser más fiables y respetuosas con el medio ambiente.
En cuanto a la dosis, la recomendación general es entre 1 y 3 g de polvo al día o una taza de infusión tres veces por semana. No es necesario excederse, ya que el cuerpo solo absorbe la cantidad que necesita y el exceso se elimina sin problemas.
Si lo que buscas es una alternativa a la vitamina C sintética, la scurvy grass es una opción natural que además aporta otros compuestos beneficiosos. Combínala con una dieta equilibrada rica en frutas y verduras para maximizar sus efectos.
En resumen, la scurvy grass es una planta versátil que vuelve a estar de moda gracias a sus propiedades antioxidantes y su aporte de vitamina C. Úsala con moderación, elige productos de calidad y, si tienes dudas, habla con un profesional de la salud.
Descubre cómo el scurvy grass, la hierba olvidada rica en vitamina C, puede potenciar tu salud como suplemento natural y cómo incorporarla a tu dieta.
Categorías