Sífilis e infertilidad: conexión real, pruebas y tratamiento
Publicado en septiembre 4, 2025 0¿Puede la sífilis afectar la fertilidad? Guía clara: cómo se relacionan, qué pruebas pedir, tratamientos y cuándo intentar embarazo o FIV de forma segura.
Si estás embarazada y te han mencionado la sífilis, lo primero es mantener la calma. La sífilis es una infección de transmisión sexual que, si se detecta a tiempo, tiene un tratamiento muy eficaz. Lo importante es saber cuándo y cómo se hace la prueba, qué riesgos implica para el bebé y cuál es el esquema terapéutico recomendado.
Durante el embarazo, la sífilis puede pasar de la madre al feto a través de la placenta. El riesgo de transmisión aumenta a medida que avanza el embarazo, sobre todo en el segundo y tercer trimestre. Si la infección no se trata, el bebé puede nacer con sífilis congénita, lo que puede causar lesiones en la piel, problemas óseos, daño cerebral o incluso la muerte.
Muchos casos de sífilis congénita se pueden prevenir porque la mayoría de las mujeres embarazadas pueden ser diagnosticadas antes de que el virus dañe al feto. Por eso, los protocolos de salud recomiendan una prueba de sífilis en la primera visita prenatal y, si el riesgo es alto, repetirla en el tercer trimestre.
El diagnóstico se realiza con pruebas serológicas: VDRL o RPR para detectar anticuerpos no treponémicos y TPHA o FTA‑ABS para confirmar la presencia de la bacteria Treponema pallidum. Los resultados son rápidos y se pueden hacer en la mayoría de los centros de salud.
El tratamiento de elección es la penicilina G benzatina. Una sola dosis de 2,4 millones de unidades intramusculares suele ser suficiente en la sífilis primaria o secundaria. En casos de sífilis latente o de alto riesgo, la pauta puede ser de tres dosis semanales. Si eres alérgica a la penicilina, el médico evaluará alternativas como la docetaxel o la azitromicina, aunque la penicilina sigue siendo la opción más segura para el feto.
Después del tratamiento, se controla la respuesta mediante nuevas pruebas VDRL cada 6‑12 meses. Una caída del título anticuerpos indica que el tratamiento ha funcionado. Además, es esencial que la pareja sexual reciba tratamiento simultáneo para evitar reinfección.
Si la infección se detecta en el último trimestre, el bebé puede requerir una evaluación al nacer: examen físico, pruebas de sangre y, a veces, una dosis de penicilina preventiva. El seguimiento pediátrico es clave para detectar cualquier signo de sífilis congénita y tratarlo a tiempo.
En resumen, la sífilis en el embarazo es una condición tratable y prevenible. La clave está en la detección precoz, el cumplimiento del esquema de penicilina y el control de la pareja. Si sigues estos pasos, reduces al máximo el riesgo para tu bebé y garantizas un embarazo saludable.
¿Puede la sífilis afectar la fertilidad? Guía clara: cómo se relacionan, qué pruebas pedir, tratamientos y cuándo intentar embarazo o FIV de forma segura.
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