Si tienes diabetes, mirar tu vista no es algo que puedas posponer. La retinopatía diabética no duele, no te hace parpadear más rápido, ni te molesta con dolor de cabeza. Pero puede quitarte la vista sin que te des cuenta. Y lo peor: más del 90% de la ceguera causada por la diabetes es prevenible si se detecta a tiempo. Sin embargo, solo 6 de cada 10 personas con diabetes se hacen el examen ocular anual que recomiendan los expertos. ¿Por qué? Porque no saben cuándo ir, porque el especialista está lejos, porque les dan miedo las gotas que dilatan la pupila, o porque creen que si su azúcar está controlada, no pasa nada. Nada más lejos de la realidad.
¿Cuándo y con qué frecuencia debes hacerte el examen ocular?
La regla básica es sencilla: si tienes diabetes, tu ojo necesita un chequeo anual. Pero no es igual para todos. Si tienes diabetes tipo 1, la primera revisión debe hacerse dentro de los cinco años siguientes al diagnóstico. Si tienes diabetes tipo 2, el examen debe hacerse en el momento del diagnóstico, porque muchas veces la enfermedad ya lleva años sin ser detectada, y el daño en la retina puede estar presente desde antes de que sepas que tienes diabetes.
Después de la primera revisión, la frecuencia cambia según lo que encuentre el especialista. Si no hay ningún signo de daño en la retina, y tu HbA1c está por debajo del 7% (lo que significa que tu azúcar está bien controlado), puedes ir cada dos años. Pero si hay un leve daño (retinopatía no proliferativa leve), debes volver en 6 a 12 meses. Si el daño es más grave, como retinopatía proliferativa o edema macular diabético, el tiempo se acorta: cada 3 meses, o incluso cada mes. No es un consejo, es una necesidad médica. Si no lo haces, el riesgo de perder la vista aumenta 23 veces, según el estudio de Wisconsin sobre retinopatía diabética.
¿Qué es la teleoftalmología y cómo funciona?
Imagina que te haces un examen de la retina en tu consulta de diabetes, sin tener que ir a un oftalmólogo. No necesitas gotas que te dejen ciego por horas. Solo te toman una foto de cada ojo con una cámara especial, y en cuestión de minutos, un especialista en otro lugar analiza las imágenes. Eso es teleoftalmología. No es ciencia ficción. Es real. Y ya está aprobada por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) y por los centros de Medicare en Estados Unidos desde 2024.
El sistema funciona con inteligencia artificial. Una herramienta como LumineticsCore (antes IDx-DR) analiza las fotos y decide si hay daño más allá de lo leve. En pruebas clínicas, detectó correctamente el daño en el 87% de los casos y no lo marcó falso en el 91%. Eso es tan bueno como un oftalmólogo humano. En la India, un proyecto masivo en Tamil Nadu logró un 98.5% de concordancia entre los diagnósticos remotos y los realizados en persona. En Estados Unidos, el sistema de salud de los veteranos aumentó un 32% la tasa de exámenes realizados después de implementar la teleoftalmología en 136 centros.
¿Puedo reemplazar el examen tradicional con la teleoftalmología?
No. La teleoftalmología es una herramienta poderosa, pero no es un sustituto completo. Solo revisa la retina. No detecta glaucoma, cataratas, desprendimiento de retina, ni otros problemas oculares que también pueden afectar a las personas con diabetes. Por eso, la primera vez que te haces un examen, debe ser completo: con dilatación, con evaluación del nervio óptico, con presión intraocular, con todo. Después, si tu situación es estable, la teleoftalmología puede ser tu opción principal. Pero cada dos o tres años, necesitas volver al oftalmólogo para un examen completo. Es como ir al dentista: puedes tener limpiezas rutinarias, pero cada dos años necesitas una revisión profunda.
¿Por qué tantas personas no se hacen el examen?
La principal razón es el acceso. En zonas rurales, el oftalmólogo puede estar a más de 70 kilómetros. Un estudio del CDC encontró que solo el 49% de las personas con diabetes en áreas rurales se hacen el examen anual, frente al 82% en ciudades. Otra razón: las gotas que dilatan la pupila. Te dejan con visión borrosa durante horas. No puedes conducir. No puedes leer. No puedes ir a trabajar. Una encuesta de la Federación Nacional de Ciegos reveló que el 42% de los pacientes evita el examen por ese motivo. Y hay más: el 68% dice que no puede ir porque no tiene transporte. Algunos ni siquiera saben que la diabetes puede dañar los ojos. Una investigación de la Universidad de Michigan encontró que el 58% de los pacientes creía que controlar el azúcar era suficiente para proteger su vista. No es cierto. El daño puede ocurrir incluso con niveles de glucosa aparentemente normales.
La desigualdad en la atención
La teleoftalmología promete igualdad, pero aún no la logra. Un estudio de 2024 mostró que los centros que atienden a pacientes con Medicaid (el seguro público para personas de bajos ingresos) tienen un 47% menos de probabilidades de usar teleoftalmología que los centros que atienden a pacientes con seguro privado. Eso significa que las comunidades más vulnerables, que ya tienen peores resultados en diabetes, también tienen menos acceso a las herramientas que podrían salvarles la vista. Además, solo el 63% de los seguros privados cubren los exámenes remotos en 2024. Si tu seguro no lo cubre, puedes tener que pagar de tu bolsillo, y eso es un obstáculo para muchos.
¿Qué está cambiando ahora?
La medicina se está volviendo más personalizada. En lugar de decirle a todos que vengan cada año, los expertos están trabajando en algoritmos que evalúan tu riesgo real. El T1D Exchange, un proyecto de investigación en Estados Unidos, está desarrollando un sistema que analiza 17 factores: no solo tu HbA1c, sino también tu edad, cuánto tiempo tienes diabetes, tu presión arterial, tus niveles de colesterol, tu historial familiar, tu peso, y más. Con eso, podrían decirte: "Tu riesgo es tan bajo que puedes esperar tres años". Eso reduciría las visitas innecesarias y liberaría recursos para quienes realmente los necesitan. Pero aún está en pruebas. Por ahora, la regla sigue siendo: si tienes diabetes, hazte el examen anual.
Lo que puedes hacer hoy
No esperes a que te lo recuerden. Tú eres el responsable de tu salud visual. Si tu médico no te ha hablado de un examen ocular en los últimos 12 meses, pregúntale. Si vives en una zona rural, pregunta si tu centro de salud tiene teleoftalmología. Si te dan miedo las gotas, pregunta si hay una opción de foto sin dilatación. Si no tienes seguro que cubra el examen, busca programas gratuitos: muchos hospitales y organizaciones sin fines de lucro los ofrecen. No dejes que el miedo, la distancia o la ignorancia te quiten lo que no puedes recuperar: tu visión.
La diabetes no te impide ver el mundo. Pero solo si te cuidas. Un examen rápido, una foto, un minuto de tu tiempo. Eso es todo lo que necesitas para proteger lo que más vale.
¿Con qué frecuencia debo hacerme un examen ocular si tengo diabetes tipo 2?
Si tienes diabetes tipo 2, debes hacerte tu primer examen ocular completo el mismo día en que te diagnostican. Después, si no hay signos de daño en la retina y tu HbA1c está por debajo del 7%, puedes ir cada dos años. Si hay un leve daño, debes volver en 6 a 12 meses. Si hay daño más grave, como edema macular o retinopatía proliferativa, necesitas controles cada 3 meses o más frecuentes. Nunca ignores una recomendación de tu médico.
¿La teleoftalmología es tan efectiva como un examen con oftalmólogo?
Sí, para detectar retinopatía diabética, la teleoftalmología con inteligencia artificial es tan precisa como un oftalmólogo humano. Sistemas como LumineticsCore han demostrado una sensibilidad del 87% y una especificidad del 91% en estudios clínicos. Pero no reemplaza un examen completo. Solo revisa la retina. No detecta glaucoma, cataratas u otros problemas oculares. Por eso, cada 2 o 3 años debes hacer un examen con dilatación.
¿Por qué me dicen que me haga el examen si mi azúcar está bien controlada?
Porque el control del azúcar reduce el riesgo, pero no lo elimina. La retinopatía puede desarrollarse incluso con HbA1c normal, especialmente si llevas muchos años con diabetes. Estudios muestran que personas de origen africano desarrollan daños más rápido que otras, incluso con el mismo nivel de glucosa. Por eso, el examen anual no es opcional: es una protección necesaria, independientemente de cómo te sientas.
¿Qué pasa si me salto un examen?
El daño en la retina avanza sin síntomas. Puedes pasar de tener una visión perfecta a perderla por completo en meses, sin darte cuenta. La retinopatía no duele. No te hace parpadear más. Solo cuando es muy avanzada, empiezas a ver manchas, líneas oscuras o distorsiones. Para entonces, ya es tarde. El 90% de la ceguera por diabetes se evita con exámenes regulares. Saltarte uno es apostar con tu vista.
¿Puedo hacerme el examen en mi clínica de diabetes o debo ir a un oftalmólogo?
Sí, muchas clínicas de diabetes ahora ofrecen teleoftalmología: toman fotos de tus ojos con una cámara especial y las envían a un especialista. No necesitas ir a un oftalmólogo cada vez. Pero la primera vez debe ser un examen completo con dilatación. Después, si tu situación es estable, puedes usar la teleoftalmología como seguimiento. Pregunta a tu médico si tu clínica tiene este servicio.
¿El seguro cubre la teleoftalmología?
En muchos casos, sí. Medicare en Estados Unidos ya la incluye como opción válida desde 2024. Pero en seguros privados, solo el 63% la cubren. Si no estás seguro, llama a tu compañía y pregunta: "¿Cubre exámenes de retinopatía diabética por telemedicina?". Si no la cubren, busca programas gratuitos en hospitales públicos o asociaciones de diabetes. Tu vista vale más que el costo del examen.
Categorías